Capítulo 15.
Jackson estaba sentado en la oficina de su amigo. Sus ojos clavados en él, escuchando atentamente cada palabra.
—Jungkook —llamó el alfa rubio—. Estás hace cuarenta minutos mirando un punto fijo en la pared mientras dices lo mucho que odias al ex-alfa de Jimin.
—No es su ex-alfa —gruñó.
—Lo siento.
—No me gusta que se acerque a mi omega, no me gusta que se acerque a mi hijo. Verlos asustados, temblando, es horrible.
—Lo entiendo. Pero, ¿qué vas a hacer?
—Si fuera por mi, lo asesinaría.
—Yo tengo un mejor plan.
—¿Cuál?
Jack se acercó al escritorio de Jungkook depositando una carpeta repleta de papeles en la mesa.
—Investigación, hermano.
Jungkook sonrió.
✧✦✧
—¿Omega?
Jungkook entró a la casa de Jimin con sus manos cargas de bolsas con mercadería. Un cuerpo chocó contra sus muslos y Jeon se agachó para recoger a Junseo.
—¡Shhh! Mami está durmiendo.
—¿Tú no tomaste siesta con mami, bebé? —el niño negó.
Algo mordisqueó el tobillo de Jungkook. El alfa fijó su vista en una pequeña bola de pelos blanca.
—Jun.
—¿Si, papi? —el omega tenía su dedo gordo metido en su boca.
—¿Eso es un gato?
Junseo sonrió pataleando para que Jungkook lo bajara. Cuando sus pies tocaron el suelo, de manera muy cuidadosa tomó al animal entre sus pequeñas manos.
—¡Se llama Rocky! Mamá y yo lo encontramos en un cal-calleron.
—Callejón —corrigió y el pequeño frunció el ceño mientras acariciaba la cabeza del gatito—. No me gustan los gatos.
—Pero es lindo, papá. Es blanquito y tiene orejitas.
—Todos los animales tienen orejas, hasta los osos, y no por eso son lindos.
Los verdosos ojos del omega menor se clavaron en el alfa.
—¡Tengamos un oso!
—¿Qué? Claro que no, Junseo.
El alfa vio a Jimin dirigirse a ellos. Tenía las manos hechas un puño mientras las pasaba sobre sus ojos, quitando todo rastro de sueño.
—Hola, cielo —el alfa apoyó su mano en la cintura del rizado.
—Hola, amor —dejó un pico en la boca del alfa.
Luego se dirigió a Junseo, se arrodilló en el suelo y acarició a Rocky. El gato estaba acurrucado en la pancita de Junseo.
—¡Genial! Ahora un gato me roba a mis omegas.
Jimin rio y tiró del brazo del alfa para que quedara sentado en suelo. El gato saltó de los brazos de Junseo y se dirigió al regazo del alfa.
—Oh, no. Detesto a los gatos.
—Bueno, parece que él te ama.
—¡Sal de arriba mío, maldita bola de pelos! —corrió suavemente al gato y se levantó.
—¡Papá! Solo está jugando.
Jungkook hizo una mueca y se acercó a su maletín. Sacó un paquete de regalo y se lo dio a Junseo, también tomó las llaves de su auto que estaban sobre la mesa.
—Ya vuelvo, voy a buscar algo al auto.
Jungkook cruzó la puerta y Jimin se sentó al lado de su pequeño, viendo como este rompía el empaque y sacaba una caja de color rosa. Los ojitos de Junseo brillaron al momento de ver la muñeca y los libros para colorear que había en el interior.
—¡Mami! Es una muñeca y unos lib-britos.
Jun pisoteó con entusiasmo el piso, sosteniendo entre sus bracitos la caja. Jungkook ingresó con una elegante bolsa blanca. El niño corrió hacia el mayor y se paró frente a él, inclinó su cabeza y abrazó los muslos de su papá.
Jungkook tomó el cuerpo y lo subió hasta que las piernitas del omega quedaron enganchadas en su cintura.
—No inclines tu cabeza, ángel.
—Lo siento.
—No pidas perdón —dio un beso en la frente de su hijo.
—Mmmh, ¿no lo siento, papi? —Jimin y Jungkook rieron.
—No lo siento.
El pequeño saltó de los brazos de su papá y corrió hasta donde estaban sus regalos, los agarró (también llevó consigo a Rocky) y con un "me voy a jugar a mi habitación" salió disparado de la sala.
—Gracias por los regalos, alfa —inclinó su cabeza.
El castaño se acercó al omega, rodeó su cintura con sus brazos y pegó sus labios. Jimin sonrió contra la boca de su alfa.
—No agradezcas. Los quiero.
—Nosotros también. Te quiero mucho.
El rizado acomodó sus manos en el cuello de Jungkook.
—Te tengo un regalo a ti también —el ceño del omega se frunció.
—N-No es necesario.
—Ahora ya lo compré, cielo. Lo tienes que aceptar si o si.
—Eso es demasiada presión, ¿lo sabías?
—Si tengo que presionarte para que aceptes un regalo y aceptes que mereces mimos lo voy a hacer.
—Tonto.
—Ten.
Extendió la bolsa hacia su pareja. Jimin la tomó con manos temblorosas y susurró un pequeño "gracias, amor". Sacó de la bolsa una cartera color blanca con algunos detalles en azul.
—Jungkook... esto es hermoso.
—¿Te gusta?
—S-Si, me encanta, Kook. Pero es mucho, no puedo aceptarla.
—Es solo una cartera, no es mucho —rodó sus ojos.
—Es solo que —suspiró—. ¿No te molesta que utilice carteras?
—¿Por qué me molestaría? A ti te gusta, vi tu sonrisa cuando mirabas la revista.
—Las carteras de este estilo son como una invitación.
—Ninguna ropa o accesorio que utilices es una invitación.
—Lo sé, es solo que y-yo... lo siento, en serio. Quiero ser un omega bueno para ti pero ni siquiera puedo recibir un regalo sin entrar en pánico o arruinarlo.
—Lo eres, eres el mejor omega. Te quiero, ¿si? Sé que te lastimaron y sé que te hicieron creer muchísimas cosas que no son. No tengas miedo conmigo, no soy Siwon, no te voy a lastimar a ti o a Junseo. Te doy regalos y te mimo porque eres mi omega, no busco nada a cambio, aunque si no quieres regalos puedes decirlo.
—No, no. Me encanta la cartera, muchas gracias. Es tan lindo que te des cuenta de lo que me gusta.
Tomó los hombros del alfa y se acercó para besarlo correctamente. Jungkook mordió el labio inferior de Jimin, tirando de él. Sus manos apretaron la cintura del menor.
—Alfa —casi gimió contra la boca del ojiazul.
—Dios, ven aquí —susurró. Tiró del omega hasta que este quedó sentado en su regazo.
La boca de Jimin se enganchó al cuello del contrario, sus manos apretaron los bíceps.
—Junseo está en la habitación, mi vida —cortó el alfa—. Tenemos que parar.
—No quiero —pegó su nariz a la fuente de olor del alfa. El olor a madera lo envolvió.
—Yo tampoco, pero debemos hacerlo.
Al momento de separase, los ojos de Jimin estaban brillosos y un puchero asomaba de sus labios.
—No me hagas pucherito, cielo.
—Quiero besos.
—Omega caprichoso —Jimin asintió, estirando aún más su puchero.
—Te quiero, alfa.
—Yo también te quiero, omega.
—Gracias por los regalos. Gracias por quererme... querernos —se corrigió.
—Gracias a ti por dejarme entrar en sus vidas.
Dejó un suave beso en la boca de Jimin antes de levantarse. Un quejido se escapó de la boca del rizado.
—No te quejes, Jim.
El omega cruzó sus brazos. Jungkook se acercó, pegando sus frentes. Las piernas de Jimin temblaron un poco cuando el alfa se aproximó a él, dándole una serie de besos en el cuello.
—No te enojes conmigo, Jimin.
—No me enojo. Solo que es muy maleducado no complacer lo que tu omega te pide —Jungkook sonrió.
—¿Eres mi omega?
—Claro que lo soy, tú tonto.
—Oh ven aquí, mi omega.
Agarró la mano de Jimin haciendo que el omega envuelva sus brazos alrededor de su cuerpo. La cabeza del rizado descansó en su hombro.
—Me gusta que seas mi omega. Me gusta mucho.
—Tú me gustas mucho —la sonrisa de Jungkook se agrandó.
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